Marcha Mundial de Las Mujeres – 24 horas de Acción Solidaria Feminista por Palestina

¡Mujeres en Marcha hasta que Palestina sea Libre de Río a mar!

El pasado 30 de marzo, como parte de la Marcha Mundial de las Mujeres – México, participamos de las 24 horas de Acción Solidaria Feminista por Palestina. Mujeres de todo el mundo nos organizamos para difundir mensajes de esperanza, lucha y solidaridad para las mujeres palestinas. 

El 9 de octubre de 2024, Israel impuso un bloqueo total sobre Gaza, exacerbando una crisis humanitaria sin precedentes debido a su rapidez e intensidad: Israel interrumpió el suministro de agua, alimentos, electricidad, gas y combustible; cerró los pasos fronterizos entre Palestina y Egipto, impidiendo que la población civil intentara salvarse y, al mismo tiempo, impidiendo la entrada de la ayuda humanitaria.

Se trata de un genocidio fríamente calculado, ya que, al mismo tiempo, Israel intensificó el bombardeo en plazas públicas, en viviendas y barrios completos, escuelas, hospitales, mercados y otros centros de seguridad, atención, ayuda y supervivencia. Las cifras arrojan más de 27.300 personas palestinas asesinadas, entre ellas más de 7.000 niñas y niños, y otras 66.000 habrían resultado heridas.

Privar deliberada y premeditadamente a la población civil de los medios elementales para su supervivencia como el agua, alimentos, atención médica y ayuda humanitaria constituye crimen de guerra. Arrojar bombas en centros de ayuda y cerrar fronteras, concentrando la población en la zona de conflicto, impidiendo su protección es claramente un genocidio.

La Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) ha denunciado que el 70% de las víctimas son infancias y mujeres, y que “la situación agrava los problemas a los que ya se enfrentan las mujeres. El desplazamiento de sus hogares conlleva la pérdida de sus medios de subsistencia, una mayor vulnerabilidad ante la violencia y mayores dificultades para acceder a la salud reproductiva y materna”.

Las guerras como reflejo del sistema patriarcal capitalista y colonial

Las guerras siempre son intereses estratégicos por la tierra y sus bienes comunes naturales, que los hombres en el poder realizan para aumentar su poder de influencia y dinero. Por eso todo lo relacionado con la guerra es patriarcal: son los hombres en el poder que las impulsan y la crean. Y es capitalista porque se destinan enormes cantidades de dinero para investigación y tecnologías de guerra: armas cada vez más sofisticadas que se producen y se venden. Y es colonial porque somete y despoja los pueblos históricamente excluidos y marginados.

En el contexto de la guerra genocida entablada por el estado de Israel en contra del pueblo palestino, la MMM evidencia que “la ocupación genocida de Israel es un producto más del sistema patriarcal capitalista y se cruza con la destrucción causada por la necropolítica colonialista, racista y autoritaria. Estos sistemas opresivos colaboran para comerciar con armas, construir fronteras militarizadas y explotar conjuntamente nuestros recursos naturales”.

¡Acción solidaria feminista de 24 horas siguiendo el Sol!

En este 2024, desde nuestro compromiso y lucha feminista en contra del patriarcado y sus guerras, desde la MMM-México participamos de las 24 horas de Acción Solidaria Feminista por Palestina. Desde la consigna “¡Mujeres en Marcha hasta que Palestina sea Libre de Río a mar!”, unimos nuestras voces a las voces de todas las mujeres del planeta que no nos cansamos de desafiar los sistemas patriarcales; que luchamos para denunciar, visibilizar y desmantelar las estructuras de opresión y que nos organizamos para soñar, imaginar y trabajar por la construcción de mundos más sanos, justos y libres. Marchamos hacia el futuro, guiadas por la luz de la solidaridad y la promesa de un mañana justo e igualitario.

Las 24 horas de Acción Solidaria Feminista por Palestina, de este 30 de marzo, consistió en que mujeres de todo el mundo, al medio día de cada una de las zonas horarias del planeta, nos pronunciamos de diferentes maneras por el cese al fuego de Israel y sus aliados en contra de Palestina, y generando una corriente mundial que hacía eco de nuestras reivindicaciones comunes por un mundo mejor. Exigimos la urgente necesidad de poner fin, de inmediato, a la ocupación y al genocidio israelíes.

Pues sabemos muy bien que ¡si hieren a una, nos hieren a todas! Y eso no lo vamos a permitir.

22 de marzo: Mujeres que luchan por el agua

En el reflejo del agua, se observan los cientos de mujeres que luchan por cuidarla, respetarla y administrarla para seguir compartiendo la vida.

En marco del 8 de marzo, Día Internacional de Lucha de las Mujeres, y del 22 de marzo, Día Mundial del Agua, desde Agua y Vida y la Red de Defensoras del Agua y el Territorio, realizamos el panel: Mujeres que luchan por el agua. Nuestro propósito fue el de posicionar las luchas y apuestas políticas de las defensoras del agua en San Cristóbal de Las Casas, visibilizar nuestras preocupaciones, dificultades y principalmente las acciones que las mujeres organizadas realizamos para cuidar y defender el agua.

Nunca nos cansaremos de decir que las mujeres somos las principales usuarias del agua para uso familiar y para las actividades de supervivencia; somos las que la usamos para el trabajo doméstico, como la limpieza de la casa, el lavado de ropa y la preparación de alimentos. Y somos las más afectadas cuando no hay agua. El cuidado y la defensa del agua ha sido una lucha histórica de las mujeres, principalmente las mujeres históricamente marginadas y excluidas por el sistema patriarcal racista, capitalista y colonial.

Agua y extractivismo

Los proyectos extractivos como la minería, los monocultivos y la extracción de hidrocarburos afectan directamente al agua por medio de la contaminación con metales pesados y agroquímicos, y así generan una dinámica de escasez de agua para uso humano, para la agricultura y para los animales.

Por ejemplo, con respecto al monocultivo de palma aceitera, una sola planta de palma necesita por lo menos 30 litros de agua diarios. Respecto a la minería, ésta es una información representa todo un reto, ya que la Secretaría de Economía –instancia responsable de proporcionar la información para la ciudadanía– no reporta esta información de manera clara, transparente y confiable. Pero está lo suficientemente comprobado que la minería es una de las actividades industriales que más consume agua y que genera el mayor impacto sobre el medio natural, pues el agua, el suelo y el aire son grave e irreversiblemente afectados por las explosiones, la retirada y transformación de los minerales.

Mientras que empresas y corporaciones cuentan con grandes concesiones de agua, las mujeres y sus familias apenas tienen lo suficiente para sobrevivir – y eso cuando lo tienen.

Agua, crimen organizado y militarización

Los proyectos extractivos conllevan la militarización de los territorios. Las empresas, junto al gobierno, contratan agentes de seguridad privada y pública, y la presencia de las fuerzas castrenses en los territorios incrementan las violencias contra las mujeres: acoso sexual, hostigamiento, amenazas para las defensoras, criminalización de la protesta, desaparición forzada y feminicidios. En los últimos tres años, en Chiapas, la presencia de los cárteles del crimen organizado y los conflictos por el control del territorio se han intensificado, siendo que estos grupos están controlando también el acceso al agua. Los apagones de luz eléctrica y los toques de queda intensifican esta situación, siendo que las mujeres son las más afectadas por la violencia y las problemáticas relacionadas al agua, como la salud y la alimentación.

Las Mujeres Somos Agua

Entre nuestras acciones, además de visibilizar las iniciativas que las mujeres realizan para cuidar y defender el agua, entre las actividades del panel Mujeres que luchan por el agua, expusimos y debatimos sobre cuatro corto-documentales que narran las luchas de las mujeres por el agua.

Desde Zambia, conocimos las luchas de las mujeres de Mukonga Village; desde la Umravam, India, conocimos las estrategias de las mujeres de Gond Adivasi. Desde el estado de Pará, Brasil, conocimos las luchas de las mujeres del Quilombo Ilha de Merces. Y desde San Cristóbal, conocimos las luchas de las defensoras ambientales, plasmadas en el video Somos Agua realizado por Agua y Vida.

Las mujeres estamos realizando muchas acciones para la defensa del agua, a pesar del machismo que vivimos en los movimientos, en la sociedad y la cultura. Pero no nos intimidamos: nos organizamos cada vez más en contra de todas las fuerzas que buscan impedir nuestra lucha para que el agua sea cuidada y preservada.

8M en San Cristóbal de Las Casas: “Somos fuego feminista – tejemos resistencias por nuestros derechos y cuerpo-territorio”

“Sembremos sueños y cosechemos esperanzas, recordando que esa construcción sólo se puede hacer abajo, a la izquierda y del lado del corazón” – Bety Cariño. Una de las victorias que logramos en este 8M es que formamos la asamblea permanente para seguir luchando juntas y juntes, y fortalecer el movimiento feminista en San Cristóbal.

Bajo esta consigna, salimos a la calle este 8 de marzo, en el Día Internacional de Lucha de las Mujeres. Como Agua y Vida participamos en varias acciones orientadas a la articulación entre las diversas luchas del Movimiento Feminista.

Como aparece en el lema de la marcha, nuestro cuerpo también es un territorio de lucha y defensa, tal como defendemos nuestros territorios-tierras en contra del despojo y la explotación.

El capitalismo neoliberal, colonialista, patriarcal y extractivista destruye nuestro planeta con sus políticas de muerte, nos despoja de nuestros bienes comunes y territorios. Las más afectadas siempre son las mujeres, niñas y niños, principalmente las mujeres indígenas y racializadas que viven historicamente la explotación y el despojo colonial de sus tierras y su cuerpo. Y es una continuidad hasta el presente. Como mujeres ecofeministas trajimos esa perspectiva a la marcha: La opresión y explotación de la naturaleza es la misma que viven las mujeres.

Estuvimos presentes, junto a otras compañeras, en las reuniones para la preparación de la marcha inclusiva. Algunas de las injusticias y opresiones que visibilizamos fueron las luchas y demandas de las mujeres con discapacidades; las luchas de las mujeres trans; el genocidio en palestina donde las principales víctimas han sido mujeres e infancias; la legalización del aborto; las desapariciones forzadas; las violaciones y feminicidios que sufren las mujeres en Chiapas, en todo México y el mundo. Una de las victorias que logramos en este 8M es que formamos la asamblea permanente para seguir luchando juntas y juntes, y fortalecer el movimiento feminista en San Cristóbal.

Mujeres y desplazamiento forzado en Chiapas

Una grave problemática que pudimos visibilizar este año en San Cristóbal, fue el del desplazamiento forzado interno que denunciaron las mujeres Tseltales y Tsotsiles de las comunidades Chalchihuitán y Aldama, de Los Altos de Chiapas, y de la Comunidad de Nueva Palestina, Ocosingo, en la región Selva. Durante la realización de su Tercer Encuentro de Articulación y Coordinación, llevado a cabo en las instalaciones del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur de la UNAM (CIMSUR– UNAM), lugar que las cobijó, las mujeres desplazadas forzadas contaron sus historias de múltiples formas de violencia vividas durante el desplazamiento: compartieron la dolorosa experiencia del ataque armado por grupos paramilitares, el despojo de sus tierras, bienes materiales y culturales, la carencia de absolutamente todo, en los lugares de refugio, el asesinato de algunas personas y el encarcelamiento injusto de otras. En el caso de Nueva Palestina, la problemática se intensifica con la tortura física, emocional y sexual de mujeres y la desaparición forzada de un joven, así como tortura a niñeces y adolescencias.

Para nosotras, es importante que hagamos historia de estas violencias. Estos diversos desplazamientos ocurrieron en Chalchihuitán en 2017, afectando a 5,023 personas, actualmente continúan organizadas 290 familias; en Aldama en 2017 fueron afectadas doce comunidades en donde se suman 4,999 personas afectadas. El evento más reciente en Nueva Palestina, en el municipio de Ocosingo el 16 de diciembre de 2021, donde 5 familias, que suman un total de 34 personas -de las cuales 24 son niñas, niños y adolescentes-, fueron desplazadas por el ataque de un grupo paramilitar encabezado por las autoridades. Las familias desplazadas actualmente se encuentran refugiadas en San Cristóbal de Las Casas, y cuya situación es dramática por el encarcelamiento y sentencia injusta de Versain Velasco García, miembro de estas familias, a 58 años y 4 meses, el motivo es su participación como defensor de derechos humanos en su comunidad.  

No podemos ignorar que los procesos de desplazamiento forzado en Chiapas se han multiplicado en los últimos meses debido a la disputa por el territorio de la región fronteriza, una extensión considerable de la Sierra y de la Selva, por parte de la delincuencia organizada. Actualmente, son más de 10,000 personas desplazadas, y el terror, el control de la población y múltiples violaciones a los derechos humanos de esta población han sido negados o minimizados por las autoridades de los tres ámbitos de gobierno de México. En este contexto, la defensora feminista de Derechos Humanos Dora Julieta Hernández señala que las mujeres, las infancias y adultos mayores resultan gravemente afectados ante estos hechos violentos, por su condición histórica de vulnerabilidad de género, clase, etnia y edad, ante la indiferencia de las autoridades responsables que no previenen, no protegen, no atienden, no procuran justicia y no reparan los daños de manera integral.

Luchas en contra del extractivismo

En concordancia con estos testimonios, en el pronunciamiento de la marcha del 8M fue mencionado que: “En Chiapas se vive el control de las tierras y territorios, por parte de grupos paramilitares, civiles armados que ahora se han diversificado en grupos narco-paramilitares que están asediando y sembrando terror en las comunidades campesinas mayas y zoques en su disputa por el control del territorio, ante la complacencia y complicidad del Estado”. Esta situación es muy preocupante, ya que fomenta la cultura de muerte, y provoca que las mujeres vivan en constante inseguridad, además del despojo y también el aumento de la violencia feminicida.

Como ya hemos afirmado, son las mujeres las más afectadas por estas circunstancias violentas. Al mismo tiempo, son ellas quienes luchan con digna rabia y también con ternura, empatía y una vista amplia a todos los ámbitos de la vida, incluyendo la vida de la tierra. Son ellas las que encabezan la lucha y son las que crean estrategias y propuestas para el buen vivir de toda la vida que habita este planeta. 

Son muchos los logros, los aciertos y la coordinación. Pero no dejamos de preguntarnos sobre ¿por qué todavía, después de incontables marchas, tenemos que seguir haciendo frente a tanta violencia y despojo a nuestros cuerpos y territorios? ¿Por qué está aumentando el número de ataques a nuestras luchas? ¿Por qué nuestras vidas significan tan poco en este sistema? Creemos que vale la pena que sigamos debatiendo sobre estas interrogantes, y construyendo juntas los caminos a sus respuestas.

El patriarcado se va a caer, se va a caer, se va a caer

Mientras, seguimos afirmando que el patriarcado capitalista está intensificándose más y más, pero también está sintiendo que sus límites se acercan. Principalmente los límites planetarios. Y los límites que estamos poniendo las mujeres. La sabiduría y las acciones de las mujeres organizadas siempre han sido un peligro para el sistema patriarcal capitalista, por lo que ha intentado oprimirnos desde el principio. En las últimas décadas, las mujeres están liberándose cada vez más, lo que significa una amenaza más grande. Por ende, nos atacan más fuerte para pararnos, pero somos fuertes y sabemos lo que queremos. Así queremos cerrar reconociendo la sabiduría y la organización de todas las mujeres desplazadas, violentadas, desaparecidas y víctimas de feminicidio. Nos iluminan el camino de la lucha y la transformación del patriarcado capitalista, racista y colonial capitalista en un mundo de justicia y vida.

Campaña Voces de Agua, Tierra y Mujeres

Es necesario revertir el hechizo.
Ese, que borra a las mujeres
de los libros de historia,
de las esferas de poder,
de las antologías…
Gisela López

La organización y resistencia de las mujeres para defender sus cuerpos, territorios y modos de vida ha estado presente desde la colonización y se ha vuelto un continuo desde entonces, principalmente ahora que los sistemas de extracción y despojo se han intensificado cada vez más en las regiones del Sur. Las mujeres han estado constantemente creando nuevas formas de defender la vida, pero estas historias han sido poco contadas, reconocidas y valoradas.

¿Dónde estamos las mujeres?

Si pensamos desde la historia oficial ¿dónde estaban las mujeres indígenas, originarias, en los tiempos de la conquista?, ¿dónde estuvieron las mujeres durante el largo periodo de colonización?, y ¿en la independencia? Y ¿en la revolución?, ¿qué nos cuenta la historia oficial de las mujeres en estos periodos?, Y ¿qué nos oculta?, en todos los momentos de defensa del territorio las mujeres han encabezado diversas luchas y resistencias, pero de esto se habla poco o casi nada.

Actualmente en Chiapas, como en el resto del país, la colonización sigue reproduciéndose a través de los sistemas de despojo territorial y cultural. Todo esto reforzado por el estado, las empresas transnacionales y el crimen organizado, que perpetúan las violencias físicas, simbólicas y comunitarias, incrementan el despojo de bienes naturales básicos como el agua y los alimentos, y afectando directamente en el territorio y los cuerpos de las mujeres.

Aquí estamos. Siempre hemos estado

En situaciones tan adversas como la contaminación y escasez de agua, la carencia de tierras para el cultivo, la militarización del territorio, los embates de empresas transnacionales y la disminución de espacios seguros para vivir, las mujeres siguen organizándose de diferentes formas para defender sus territorios, sus cuerpos, tus tierras y sus culturas. Con digna rabia salen a las calles a denunciar las violencias e injusticias, pero también desde la esperanza de que otros mundos son posibles, se organizan para recuperar esa sabiduría que siempre han tenido como mujeres, y desde ahí, sanar el corazón, el espíritu, el cuerpo y la tierra. Todo esto de manera colectiva, porque tenemos claro que juntas somos más fuertes.

Sumamos nuestras voces a la de todas las mujeres que recuperan las genealogías feministas, que crean espacios de esperanza… Celebramos que sus voces, sueños y luchas se dispersan y siembran esas “otras” historias: esas historias de lucha y de vida, y es necesario contarlas, esparcirlas con la seguridad de que llegarán a corazones y mentes abiertas en los que podrán germinar y florecer.

Voces de Agua, Tierra y Mujeres

Para contar estas poderosas historias realizamos la campaña Voces de Agua, Tierra y Mujeres (del 6 al 13 de diciembre). La campaña contó con la realización, durante todo el año de 2023, de 4 encuentros-talleres con la participación de 15 defensoras de los derechos ambientales y los derechos culturales y varias reuniones y comunicaciones virtuales. Como resultado, cada uno de los ocho grupos de defensoras realizó su historia colectiva y aportó a la realización de corto-videos de sus trayectorias de luchas en cuatro regiones del estado de Chiapas: Los Altos, Selva, Norte y Costa.

Los grupos de defensoras con los que nos embarcamos en esta siembra de voces, agua y tierra son:

Mujeres de la Costa en Rebeldía – ellas, frente a las distintas violencias que atraviesan sus cuerpos generados por los monocultivos de palma aceitera que contaminan la tierra y el agua en la región Costa de Chiapas, han levantado la voz, se han organizado para denunciar, soñar y compartir otras formas de relacionarse con la naturaleza.

Tsilbá Bij – mujeres cho´l y tzetal que cuidan y defienden el territorio en Palenque, Chiapas. Frente a la invasión de sus territorios por monocultivos, lo que implica la pérdida de su soberanía alimentaria y su autonomía como pueblos originarios, ellas se organizan para compartir y difundir la importancia del cuidado de sus cuerpos, su cultura y sus territorios.

Antsetik Ts´unun – preocupadas por las diferentes violencias que atraviesan los cuerpos de las mujeres, ellas se organizan para compartir el análisis de la realidad, la sanación espiritual, emocional y física en diferentes regiones de Chiapas.

Muk ta Luch – mujeres originarias de los Altos de Chiapas, hablantes de tzeltal y tzotzil, herederas de la sabiduría de los bordados y tejidos, y sabedoras del cuidado y cultivo de la tierra, ellas buscan a partir de estos conocimientos la valoración y la defensa de sus culturas.

Flor de Mujeres Artesanas – mujeres tzotziles que a través de los bordados y la medicina natural buscan conservar los conocimientos ancestrales de su cultura y que su comunidad pueda recuperar la salud de manera integral.

Red de Defensoras del Agua y el Territorio – grupo de mujeres que frente al deterioro ambiental de San Cristóbal de Las Casas, han decidido organizarse, compartir la lucha por un ambiente justo, bello y sano, y fomentar espacios de seguridad y sororidad por y para mujeres.

Defensoras de Nasakobajk – mujeres zoques de la región Norte de Chiapas, frente a los megaproyectos de minería y monocultivo que pretenden instalarse en su territorio, se organizan, realizan actividades para la reivindicación de la sabiduría ancestral femenina y desde ahí defender el territorio zoque.

Y nosotras…

Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente, somos una asociación de mujeres que, desde nuestra perspectiva ecofeminista, estamos comprometidas con la defensa de los territorios y cuerpos de las mujeres, buscamos acompañar movimientos y grupos de mujeres para lograr la justicia ambiental, climática y social.

Estamos profundamente agradecidas con las compañeras por permitirnos conocer y esparcir estas “otras” historias. Invitamos a que se acerquen a  conocer más acerca de las mujeres que día a día realizan una importante y esperanzadora defensa del territorio-cuerpo, la tierra y la cultura en Chiapas.

Mira el video de la campaña aquí: Voces de Agua, Tierra y Mujeres

Por la vida en el centro de las decisiones climáticas

A las personas tomadoras de decisiones en la COP 28

¡Despertemos¡ ¡Despertemos Humanidad¡ Ya no hay tiempo.

Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal.

Berta Cacéres

Durante los días 22, 23 y 24 de noviembre, mujeres y disidencias mexicanas de diferentes culturas nos hemos reunido en San Cristóbal de Las Casas-Chiapas, México, para debatir sobre la justicia climática y ambiental, de cara a la 28ª Conferencia de las Partes (COP 28) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) -a realizarse en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre del 2023.

En estos tres días de reflexiones políticamente situadas desde los feminismos del Sur Global, expresamos nuestra preocupación por la emergencia climática que afecta todas las formas de vida en el planeta. A pesar de los avances legales obtenidos en estos 28 años de debate, evidenciamos que lo más importante es constantemente ignorado: que sólo podemos revertir la crisis climática y las que de ella se derivan, si las decisiones se enfocan en trabajar por un mundo en el cual la economía extractiva deje de existir.

Mientras no se asuma la verdadera solución por desalentar las prácticas extractivas, no lograremos mantener el calentamiento global a 1,5ºC. De hecho, conforme el informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), ya estamos en una situación irreversible de 1,4ºC – y de seguir así, todas las formas de vida en el planeta no subsistirán, pues las afectaciones climáticas serán cada vez más intensas y constantes.

Tal como evidencia el último informe del IPCC, las afectaciones, emergencias y crisis climáticas impactan de manera desproporcional a los diferentes países y poblaciones: las comunidades vulnerables que históricamente han contribuido menos al cambio climático, son las más afectadas. Y en estas comunidades, las personas de color e históricamente racializadas, entre ellas las mujeres, son las que cargan el mayor peso de estas injusticias. Al ignorar esta realidad, los rumbos que toman las decisiones en las COP reflejan el permanente racismo y sexismo climático y ambiental.

Unimos nuestras voces a las de muchas mujeres de países del Sur que denuncian los proyectos extractivos y aquellos que le dan soporte. Las diferentes formas de minería, los monocultivos, la extracción de petróleo y gas natural, el turismo a gran escala y la gentrificación de pueblos y comunidades originarias que poco a poco van perdiendo la interconexión con la naturaleza; los corredores biológicos, las megacarreteras, represas y otros proyectos como ganadería intensiva y megagranjas alteran el equilibrio ecológico, contaminan el agua, la tierra y el aire y afectan todos los derechos de las mujeres, generando desplazamientos, migración forzada, enfermedades, desnutrición y muertes impunes. Todas estas problemáticas marcan nuestras vidas y nuestros cuerpos. Transitar hacia una economía no extractiva implica también una transición energética justa y popular, fundamentada en los derechos humanos y en los derechos de la naturaleza a existir.

Al gobierno mexicano, exigimos que asuma su responsabilidad internacional y frente a la ciudadanía por una transición energética justa y popular, que desaliente las refinerías para la extracción petrolera. Que se comprometa con la creación -urgente- de fondos públicos para la recuperación de emergencias y desastres socionaturales que cada vez cobran más vidas. Denunciamos enérgicamente las prácticas violatorias de derechos humanos y ambientales que debilitan las organizaciones sociales que trabajan por la justicia climática y ambiental, y que criminalizan a las defensoras.

Exigimos que las personas tomadoras de decisiones en la COP 28 asuman el compromiso con la vida, abogando por regulaciones efectivas en materia de empresas y derechos humanos; que el derecho a la naturaleza sea asumido y respetado; que se apueste por el fortalecimiento y apoyo económico y social a organizaciones de mujeres de base que sí están trabajando, desde lo local, para construir la justicia climática. Sus acciones incluyen brigadas de reforestación, gestión comunitaria del agua, activismo ambiental y defensa de la tierra y los territorios. Como defensoras, son hostigadas, amenazadas, perseguidas y asesinadas – pues su trabajo amenaza el sistema.

Compartimos la sabiduría ancestral humana de que la vida y sus ciclos son profundamente vulnerables, que somos interdependientes y ecodependientes. ¡Despertemos!

Mujeres reunidas en la 7ª Generación de la Escuela Ecofeminista “Mujeres Defendiendo el Territorio Cuerpo-Tierra”: Hacia la construcción de las justicias Ambiental, Climática y Ecológica:

Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente, A.C.

Albergue Temporal Casa Arcoíris A.C

Alianza Cívica Pinotepa Nacional

Colectiva Nichim Antsetik Ts’isumetik

Fundación Mexicana para la Planeación Familiar, A.C. (MEXFAM)

Ixchel – Acompañamiento en Salud

LV Acompañamiento y Arte por los Derechos de las Mujeres AC (Las Vanders)

Red de Defensoras del Agua y Territorio

Red de Mujeres de la Costa en Rebeldía

Red de Mujeres Pepen

Sobrevivientes de Feminicidio

Sororidad Motul

Valeria Martínez

Adriana Paez

Anahí Alejandrina Páez Rojas

Virginia Bolaños de Paz

Ada Patricia Cruz Pascasio

Descarga y comparte el pronunciamiento

22 de Julio: Día Mundial Contra la Minería a Cielo Abierto

Las minas a cielo abierto son una forma de extractivismo, que es un modelo económico de desposesión territorial, pues remueve grandes cantidades de bienes comunes, causando serias afectaciones a los territorios y a la vida de las mujeres, principalmente indígenas, que históricamente han sido excluídas y desposeídas. El extractivismo es, por lo tanto, un modelo económico colonial, racista y patriarcal.

La economía extractiva es una economía violenta hacia la tierra y el territorio, resultada de la instrumentalización de la naturaleza, esa idea, fuertemente arraigada, de que los bienes naturales (los cerros, el agua, la tierra, los bosques y los animales no humanos) no sólo están a disposición de los seres humanos, sino que deben de ser transformados para mantener el sistema capitalista.

Desde el Sur Global, las mujeres están organizadas y resistiendo a este modelo económico perverso. Defienden su territorio en contra de las minas a cielo abierto, denuncian los intereses de empresas transnacionales y la militarización de sus comunidades.

Día Internacional del Trabajo Doméstico

22 de Julio: Día Internacional del Trabajo Doméstico

El trabajo doméstico realizado por las mujeres es imprescindible para la reproducción de la vida y para el propio sistema patriarcal capitalista, y no cuenta con ningún tipo de reconocimiento personal, social, político ni económico. Se trata de una sociedad que no valora las actividades, el tiempo y la dedicación para que la vida subsista.

El sistema capitalista se sostiene en la dominación y explotación de la naturaleza y en la dominación y explotación del cuerpo y fuerza de trabajo de las mujeres. Hoy en día, más que nunca, el mercado ocupa el centro de la vida, apropiándose de las energías, conocimientos y tiempos de las mujeres para ponerlos a su servicio.

El ecofeminismo argumenta que los seres humanos somos ecodependientes e interdependientes: dependemos unas de las otras, en mayor o menor medida, en diferentes fases o etapas de la vida. Dependemos de la naturaleza, de los bienes comunes naturales, de los alimentos, del aire limpio, del ciclo del agua, del fuego… Son los trabajos de cuidados y la naturaleza los que aseguran la vida.

Conoce aquí nuestra Campaña sobre los Trabajos Doméstico y de Cuidados.

Pronunciamiento de las Defensoras del Agua y los Humedales en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas 30 de junio de 2021

Al Gobierno Municipal de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

A los gobiernos Federal y Estatal,

A las organizaciones de La Sociedad Civil

A los y las representantes de Barrios y Colonias

A la Sociedad en general

A los medios de Comunicación

Nos reunimos los días 9, 16 y 30 de junio de 2021 en las instalaciones del Centro de desarrollo de Capacidades (CEDECA) La Albarrada, para realizar el taller: “Fortalecimiento de la Participación Política de las Defensoras Ambientales en la Cuenca del Valle Jovel”, con el objetivo de examinar los efectos de económicos, sociales, ambientales y políticos de los proyectos extractivos y desarrollistas en nuestros territorios. Estuvimos congregadas un total 12 defensoras ambientales de diferentes barrios y colonias de San Cristobal de Las Casas.

Analizamos la problemática que causan los proyectos extractivistas, tales como: las minas de grava y arena que destruyen los cerros y los humedales; la tala de árboles; la invasión y el crecimiento inmobiliario en zonas de humedales; la contaminación generada por el exceso de basura; el avance de las empresas refresqueras y cerveceras, como la Coca-Cola FEMSA, y tiendas comerciales como: Oxxo, Walt Mart, Chedraui, Soriana, Bodegas Aurrerá. También debatimos sobre las invasiones de áreas naturales para la construcción de fraccionamientos; los programas asistencialistas que generan dependencia, el turismo depredador y la presencia de organizaciones del crimen organizado que, coludidas con ciertas instancias gubernamentales, intensifican todas estas problemáticas.

Los efectos de estos proyectos impactan en el cuerpo, en la salud física, mental y emocional de mujeres niñas y niños que compartimos estos territorios, además de que generan más violencia y despojo, coartando nuestros derechos humanos fundamentales y afectando directamente la economía de a quienes se nos obliga a sostener este sistema.Todos estos proyectos se promocionan como desarrollo económico, bajo la complicidad de los tres niveles de gobierno, generando, a contraviento, más pobreza, violencia y sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidado para las mujeres. Además, intensifican la violencia machista y los feminicidios, que se han incrementado a pesar de los 5 años de la implementación de la Alerta  de Violencia de Género en San Cristóbal de Las Casas.

Las mujeres que estamos luchando por salvaguardar los territorios somos criticadas, discriminadas y criminalizadas en nuestro ejercicio político de participación ciudadana, no solo por el gobierno, sino también por los propios compañeros de lucha que minimizan e ignoran nuestras propuestas.

Las mujeres nos organizamos, somos el corazón de los movimientos de defensa ambiental en San Cristóbal de Las Casas y a lo largo de muchos territorios.  Participamos en mesas de diálogo, marchas, mítines, talleres y diversas acciones políticas, a pesar de las múltiples cargas que tenemos en nuestra vida cotidiana. Defendemos lo que nos es común, defendemos la vida.

Ante esto exigimos al Estado en sus tres niveles de gobierno que nos garantice los derechos fundamentales de las mujeres: alimentación, salud, agua, educación, vivienda, a la consulta previa, libre e informada, a la autodeterminación de los pueblos, el derecho al trabajo digno, entre otros. Exigimos el cese del modelo de extractivo que destruye todos nuestros bienes naturales y nuestras formas de vida y que nos niega la posibilidad de existir en nuestros propios territorios.

Las mujeres defensoras ambientales de San Cristóbal, nos organizamos, resistimos y luchamos en contra de este sistema que aniquila la vida

Las mujeres no somos instrumento, las mujeres no somos mercancía

Lo que le pasa al territorio, le pasa a nuestros cuerpos

Mujeres defensoras ambientales de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

Descarga aquí y difunde el Pronunciamiento

Las mujeres denuncian las afectaciones de la palma aceitera en sus cuerpos y territorios

Los días 9, 10 y 11 de marzo de 2021, Agua y Vida, Mujeres, Derechos y Ambiente, junto a la Casa de la Mujer de Palenque Ixim Antsetik, convocamos al encuentro “Las mujeres por la soberanía alimentaria, la salud y la defensa de los territorios: tejiendo alternativas a la expansión de la palma aceitera en el Sureste de México.”

Participamos mujeres indígenas y campesinas de diferentes regiones del estado de Chiapas para revisar y analizar los impactos del monocultivo de la palma aceitera sobre los territorios y sobre nuestros cuerpos.

Analizamos la expansión de la palma en nuestros territorios. En nuestro estado está sembrado el 79% de la palma aceitera que se produce en México.

Según los datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2018 tan solo en la región Costa-Soconusco existían 27,500 hectáreas sembradas, distribuidas en los municipios de Acacoyagua, Acapetahua, Escuintla, Frontera Hidalgo, Huehuetan, Huixtla, Mapastepec, Mazatan, Suchiate, Tapachula, Tuzantan y Villa Comaltitlán. Además, habían 1482.5 hectáreas de palma aceitera sembradas en los municipios de Catazaja, Chilón, La Libertad, Palenque y Salto de Agua. A ello se suman un total de 7.051 has, distribuidas en los municipios de Benemérito de Las Américas, Marqués de Comillas y Ocosingo (SIAP, 2018).

En Chiapas existen 11 empresas procesadoras de aceite de palma. En la región Costa-Soconusco, en el municipio de Acapetahua, se ubican las procesadoras: La primavera; la Cooperativa de Palmicultores de La Costa de Chiapas; y BEPASSA (ahora Aceitera Chiapaneca la Palma S de P.R. de R.L. de C.V., propiedad de pequeños productores). En Huehuetan se encuentra la procesadora Industria Oleopalmex – Sociedad Anónima Promotora de Inversión De Capital Variable. En Mapastepec se localiza la procesadora Agroimsa (de la empresa Oleopalma); en Villa Comaltitlán tienen presencia la procesadora ZITIHUALT SPR de RI (Propiedad de pequeños productores, antes llamada de “El Desengaño”), y la procesadora La Lima. Para el municipio de Palenque, tenemos a  Palmeras Oleaginosas del sur S.A de C.V. (PALMOSUR) propiedad de Palma Tica; la procesadora Agroforestal Uumbal Chiapas S.A.P.I. de C.V;  la Agroipsa (Ahora Oleopalma). En el municipio de Marqués de Comillas tenemos a la procesadora Aceites Sustentables de Palma.

Conforme nos compartieron las compañeras que participaron en el taller, en la región de Palenque estas empresas actúan acaparando los territorios, promueven la siembra de palma bajo la promesa de que campesinos y pequeños productores se convertirán en “empresarios”. Sin embargo, tiempo después, al no poder amortizar los gastos económicos que implica la plantación, son obligados a arrendar o vender sus tierras a las procesadoras.

Aunado a este contexto, en la mayoría de ejidos y comunidades de Chiapas, las mujeres se enfrentan a estructuras patriarcales que no les reconoce su derecho a la tierra, situación que las coloca en desventaja para la toma de decisiones en sus territorios.

La siembra de monocultivos de Palma aceitera causa enorme impacto sobre nuestros territorios, en específico sobre el agua, ya que consume grandes cantidades para su cultivo y procesamiento.

Conforme los testimonios que nos proporcionaron, las raíces de la planta de palma tienen un tipo de crecimiento que impide que el agua de lluvia se filtre de manera suficiente en el suelo donde se encuentran las plantaciones de palma, hecho que dificulta la recarga de ríos, arroyos o manantiales existentes.

En el taller también reflexionamos sobre cómo la expansión del monocultivo de palma se vincula a la presencia de grupos militares y paramilitares en las regiones en donde se encuentran las plantaciones, lo que genera mayor violencia sexual, física y control los cuerpos de las mujeres y nuestros territorios. Un ejemplo claro lo tenemos cuando las empresas procesadoras no permiten el uso de los caminos “saca cosecha”, que antes de su llegada, eran de uso regular para el paso entre comunidades. Como nos ha compartido una participante del taller: “nos volvemos ajenas en nuestra propia tierra”.

La estrategia de control sobre nuestros territorios y cuerpos, la violencia,  la contaminación de nuestras fuentes de agua, el encarecimiento y el desabasto regional de los productos de nuestra canasta básica, la doble o triple jornada para proveer a nuestros hogares de agua, nos impacta directamente a las mujeres y nos pone en más riesgo en el actual contexto generado por la pandemia del COVID-19, pues se vulnera aún más nuestras formas de vida, nuestros procesos organizativos y nuestra apuesta por seguir tejiendo el camino por la salud y la soberanía alimentaria.

Conoce, comparte y difunde nuestro pronunciamiento.

22 de marzo: Día Mundial del Agua. La participación de las Mujeres por la Defensa del Agua en San Cristóbal de Las Casas

En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de las luchas de las mujeres, y de cara al día 22 de marzo, Día Mundial del Agua, Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente A.C., ha realizado, en colaboración con La Albarrada, un taller con 17 defensoras ambientales de San Cristóbal de Las Casas. El taller se realizó el día 5 de marzo del presente año, con participantes provenientes de diferentes barrios y colonias de la ciudad. En este taller, las participantes expresaron su perspectiva sobre la situación del agua en San Cristóbal y las dificultades que enfrentan para participar.

Las problemáticas relacionadas con el agua desde la perspectiva de las mujeres

Los principales problemas relacionados al agua en San Cristóbal de Las Casas, es su distribución desigual, su contaminación y su privatización debido a concesiones a la empresa refresquera Coca Cola FEMSA. A ello se suman los conflictos socioambientales, en los cuáles los barrios y colonias organizados por la gestión comunitaria del agua, sufren agresiones, intimidaciones y difamaciones, en especial las mujeres que son lideresas ambientales y que están impulsando acciones de concientización e información sobre el Derecho Humano al Agua y sobre la protección de humedales de María Eugenia y La Kisst y reservas naturales como la de Gertrudis Duby y la de Los Alcanfores.

En el taller, las participantes manifestaron que “el agua no llega todos los días, y cuando el agua no llega es un caos. Hay colonias que se quedan hasta 15 días sin agua (…). Nos limitan el agua: en el centro llega a diario el agua, pero en las colonias nos los dan una o dos veces por semana, si es que bien nos va. ¿Y que nos genera esto? Nos genera gastos extra, dificultades en la familia. Que tenemos que sacar, quizás lo poco que tenemos, para solventar las necesidades dentro de nuestro hogar. No vayamos lejos, la Coca, por ejemplo, ¿cuántos miles de agua utiliza? Y nos quedamos callados como sociedad, y nos quedamos callados por miedo a represalias en contra de nuestras familias”.

En un espacio de diálogo, reconocieron que “no se respetan ni cuidan los manantiales. Creemos que toda la vida los manantiales van a tener agua, pero no es así. Y no los cuidamos, no hacemos conciencia de que los manantiales y los humedales son las bases principales para que llegue el agua en nuestras casas”.

Las afectaciones por la falta de agua no son las mismas para las mujeres y los hombres

Las participantes del taller explicaron que cuando no hay agua no se puede hacer el aseo, la comida, lavar la ropa ni los trastes: si no está hecho el aseo comienzan las caras feas, los gestos de los maridos. A ellos no les importa si hubo o no hubo agua, ellos quieren ropa limpia, quieren la comida hecha, no les importa. Eso genera malestar en la casa. No poder hacer el aseo por falta de agua afecta el núcleo familiar y los trabajos, es una afectación tremenda para nosotras. También la falta de agua causa violencias: el hombre regaña porque no están limpias las cosas de la casa”.

En el mismo sentido, denunciaron que “los hombres nunca se levantan y dice ‘¡ay!, no hay agua y ahora ¿cómo le hago?’. No, ellos agarran su agua, medio se lavan y se van. El problema nos lo generan a nosotras que nos quedamos en la casa, que ‘¡córrele! que si te vas a trabajar no le vas a decir a tu hijo: no hay agua’ y ahí te quedas. No. Tenemos que buscar la solución como mujeres, porque tenemos que dejar todo listo. Si trabajamos, tenemos que ver para que compren agua, para que tengan al menos un vaso de agua. Nos genera más conflictos a nosotras las mujeres porque estamos a cargo de la casa. A hombres no les afecta así porque son menos responsables en el hogar. Ellos lo único que les afecta es el aseo personal: se quieren bañar, se quieren cepillar, quieren salir arregladitos y, si no hay agua, se ponen histéricos porque no hay como poder hacerse el aseo personal”. En los más de 12 años que Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente ha estado realizando talleres sobre la participación de las mujeres en la gestión del agua, las participantes expresan que la carencia de agua en los hogares suele generar violencia emocional por parte de los hombres de la familia, además de violencia económica. Son ellas las que deben de arreglárselas para comprar pipas de agua. En el mencionado taller, las participantes dijeron que “nos afecta en la economía, porque hay que comprar el agua en garrafones, en pipas, y eso nos genera problema económico. Sin agua aumenta el trabajo de las mujeres”.

Violencias y dificultades que viven las mujeres para participar por la defensa del agua

Aún persiste la violencia de género y estructural que impide la participación de las mujeres en los espacios públicos y en la participación comunitaria. En el caso de la organización por la defensa del agua, las participantes del taller denunciaron que “nos dificulta porque las parejas no nos dan permiso para salir. También la falta de apoyo para el quehacer de la casa nos dificulta con el tiempo, y más si tenemos niños chiquitos, necesitamos que alguien nos apoye y los esposos no nos ayudan. Si no dejamos limpia la casa, no podemos salir. Por ejemplo, tenemos que dejar lista la comida, la ropa, tenemos que dejar todo listo y los hombres no nos ayudan. Nos sentimos muy cansadas para participar de las reuniones”. Es importante reconocer, además, que el protagonismo de los hombres en los procesos organizativos por el agua, suele invisibilizar el liderazgo y las propuestas de las mujeres. Tal como fue mencionado en el taller: “también pasa que, cuando vamos a las reuniones, no se escucha ni se respeta nuestra palabra”.

A pesar de las violencias, las mujeres sí están organizadas por la defensa del agua

Las participantes del taller compartieron que “en la medida de lo posible, estamos participando en las movilizaciones para la defensa de los humedales. Hay muchas otras compañeras que participan en las movilizaciones, que están luchando para que ya no se hagan construcciones cerca de los humedales. Están haciendo llamados para que no se tire basura en la calle y los ríos”. En este sentido, para hacer frente a las desigualdades de género y de poder entre mujeres y hombres, que son reales en la organización por el agua en San Cristóbal, las participantes proponen “que vayamos creando espacios de mujeres, estos espacios que no son tan frecuentes. Si hacemos un grupo de mujeres, igual y nos podemos apoyar. Ya tenemos un grupo de mujeres en el Consejo. Nos hemos apoyado porque hemos sufrido acoso sexual de algunos hombres del movimiento. Entonces tener el apoyo de algunas compañeras ayuda a enfrentar la situación, ayuda a enfrentar a los hombres y decirles: “somos compañeras de lucha”. Como mujeres tenemos muchas cosas guardadas que no nos atrevemos a decir” – pues podemos ser víctimas de intimidaciones, difamaciones, acoso o chantaje.