Reunión de Vinculación Fondo Semillas: las justicias que queremos, por realidades más justas, libres y amorosas

Actualmente, Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente somos copartes de Fondo Semillas, un fondo feminista mexicano que desde hace 32 años apoya a organizaciones de mujeres y feministas en México. En el pasado mes de abril, participamos, junto a 168 copartes, de la reunión de vinculación, en la cual pudimos conocernos, compartir luchas y sueños por mundos más sanos y justos.

La reunión de vinculación se realizó en los días 20, 21 y 22 de abril, en Ciudad de México, y contó con la participación de 168 copartes de todo el país: 28 del bajío, 37 del centro, 33 del norte, 35 del sureste y 36 del suroeste, representando una diversidad de luchas: intersexuales, madres buscadoras, defensoras indígenas, sobrevivientes de feminicidio, defensoras del territorio, lesbianas, artesanas, etc.

Durante la reunión, trabajamos por regiones y en cada una compartimos el contexto en el que estamos viviendo, así como posibles alternativas. Intercambiamos ideas para vincularnos y, al mismo tiempo, apoyarnos.

La importancia del dinero para sostener nuestro trabajo

Uno de los retos que todas identificamos, tiene que ver con el dinero para realizar nuestro trabajo frente a las violencias sistémicas. Evidenciamos que muchos de los fondos todavía están marcados por directrices y formatos que no responden al contexto y formas de trabajar de las organizaciones de mujeres, personas trans, intersex y no binarias.

Reconocimos que el dinero en los movimientos es importante, es usado para seguir sosteniéndonos, necesitamos exigir que las donantes nos paguen mejores salarios, hemos realizado nuestro trabajo con o sin recurso, pero cuando lo hay se agradece y podemos llegar a más casos de vulnerabilidad.

Juntas, conversamos no solamente sobre cómo buscar más apoyo de parte de las financiadoras, sino en cómo visibilizar que el trabajo que hacemos es imprescindible para lograr la justicia. Es un trabajo extremadamente demandante, en muchos casos arriesgado y peligroso.

Una revolución con tiempos para amar y cuidar

Entre mujeres activistas y defensoras de los derechos, conversamos sobre la culpa que sentimos cuando el trabajo nos sobrepasa y no logramos hacer todo lo que queremos. Más que iniciativas individualistas, el autocuidado es colectivo y es una apuesta política y transformadora del sistema que nos obliga a ser constantemente “productivas” – producción a costa de una misma, de la salud y de las relaciones.

Vimos la complejidad del autocuidado, la importancia de denunciar la perspectiva patriarcal del sacrificio presente en muchas organizaciones, y la importancia de reconocer y respetar los procesos, la escucha activa, no saturarnos o saturar al equipo y tener nuestros espacios de ocio y descanso, porque lo merecemos por todo el trabajo que realizamos.

La espiritualidad que sostiene nuestro activismo

Pensamos que, en los activismos feministas, la espiritualidad es lo que los anima. Los rituales nos permiten entrar en un momento sagrado en el cual reconocemos nuestras ancestras y su fuerza que late en nosotras, podemos sentir los elementos que nos componen –agua, fuego, tierra y aire– y que también están enfermos. Los rituales feministas nos permiten sanarnos colectivamente y sentirnos parte de este todo y esa gran genealogía de mujeres. En el espacio del ritual, de la sanación, vimos que ocurre el encuentro entre cuerpo y alma, vida y muerte, ofrenda y agradecimiento.

Agradecemos a Fondo Semillas por esta entrañable experiencia, en la cual pudimos compartir, inspirarnos, fortalecer las esperanzas, desde la alegría de encontrarnos, sonreír, bailar, aprender y tejer realidades más justas, libres y amorosas.

#LasMujeresSomosAgua

Queremos agua para que la vida exista y florezca. En todo el mundo, cada vez son más mujeres que impulsan acciones concretas para el cuidado y gestión comunitaria del agua.

Actualmente el financiamiento para el agua y el clima apoya las actividades habituales, es decir prácticas de desarrollo local, en muchas ocasiones marcadas por perspectivas patriarcales y coloniales. De hecho, sólo el 0,01% del financiamiento mundial apoya proyectos que abordan el clima desde una perspectiva de género. Es por ello que en el marco del día mundial del agua este 2023, fue realizada la campaña #LasMujeresSomosAgua, impulsada por GAGGA.

Aquí algunos de los materiales compartidos

La Campaña buscaba visibilizar el papel crucial que desempeñan las mujeres en la protección y el uso sostenible de los ecosistemas ligados al agua y exigir que gobiernos, bancos y fondos internacionales de desarrollo inviertan en el liderazgo de mujeres en las soluciones climáticas y acceso al agua.

La campaña, fue lanzada estratégicamente durante la semana de la Segunda Conferencia de la ONU sobre el Agua, realizada del 22 al 24 de marzo en Nueva York. Contó con una serie de materiales audiovisuales, que narraban las acciones para el agua con justicia climática y ambiental que las mujeres de diferentes partes del mundo están realizado. Estas acciones representan la contracara de las falsas soluciones climáticas que destruyen sus territorios.

Para nosotras, ha sido una gran fortaleza e inyección de ánimos participar de esta campaña colaborativa y entre pares, pues sabemos que la justicia hídrica, climática y ambiental sólo será posible de construir de manera conjunta, entre mujeres de todas las edades que, desde lo local, estamos trabajando para que el acceso al agua sea una realidad.

Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023

Desde nuestra participación en la Global Alliance for Green and Gender Action (GAGGA), hemos logrado ampliar nuestra presencia y análisis críticos en espacios relacionados con el clima y el ambiente. En 2021 participamos de manera virtual de la COP 26, con nuestro mensaje a los tomadores de decisiones y hemos contribuido con la elaboración del informe De las feministas del Sur global a los tomadores de decisiones de la COP26: cambio radical para la justicia climática y participado de varios diálogos y redes con valientes y poderosas mujeres del Sur. Con ellas aprendemos mutuamente y, recientemente, nos sumamos a la campaña internacional #LasMujeresSomosAgua. Desde esta vinculación cercana y horizontal, de mujeres y para mujeres, empezamos desde noviembre de 2022 a organizar nuestra participación, junto a otras 5 delegadas, en la Conferencia de la ONU sobre el Agua.
 
Estamos muy agradecidas a la GAGGA y a todas las valientes y poderosas compañeras que hemos tenido la dicha de conocer y con las cuales hemos convivido, reflexionado y jugado juntas.
¡Gracias, compañeras! ¡Sigamos haciendo el camino juntas!

Contexto de la Conferencia

En 1977 fue la primera vez que la ONU se reunió para hablar del agua, en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), y elaboró un Plan de Acción, como primer instrumento para la gestión del agua. Los preparativos para esta primera conferencia, empezaron en 1952. En los años de 1971 y 1972, se realizaron varios eventos para lograr esta primera conferencia. El enfoque fue básicamente económico y tecnológico, aunque se destacó la relación entre agua y ambiente, agua y desarrollo humano, agua y producción de alimentos y agua para consumo humano. En esta primera conferencia participaron principalmente gobiernos de los Estados Miembros de la ONU, expertos y empresas.

La Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023

46 años después, fue realizada, en la ciudad de Nueva York, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua. Al contrario de la anterior, en esta, la participación de jefes de estado y gobierno fue mínima. De los cerca de 7.000 participantes, estaban presentes organizaciones no gubernamentales, pueblos indígenas de América Latina, Estados Unidos, Canadá, África, Asia y Oceanía, mujeres de diferentes corrientes feministas y académicas.

La conferencia se realizó del 22 al 24 de marzo de 2023, y tuvo como objetivo el de compartir y construir soluciones y buenas prácticas para proteger, gestionar de forma sostenible y garantizar el acceso universal al agua. Fue copatrocinada por los Gobiernos de Tayikistán y los Países Bajos. Contó con una ceremonia de apertura y clausura, seis sesiones plenarias y cinco diálogos interactivos. Además, se celebraron eventos especiales de alto nivel y más de 50 eventos paralelos impulsados por organizaciones no gubernamentales, colectivos, instancias de la ONU y algunos Estados Miembros.

Los grupos de personas e indígenas tuvieron una participación destacada, principalmente desde Asia. Aunque estaban presentes, las mujeres de pueblos indígenas de África y América Latina fue menor. Fueron realizados varios eventos con protagonismo de pueblos y mujeres indígenas, de mujeres del Sur, algunos muy críticos al sistema económico actual y a las políticas extractivas.

Uno de los elementos clave, presente en varios eventos, ha sido el dinero para resolver las problemáticas relacionadas al agua. Para eso, en “la sesión de clausura de la Conferencia, el presidente de la Asamblea General, Csaba Kőrösi, destacó que la cantidad de 300.000 millones de dólares prometidos para impulsar la nueva Agenda del Agua tienen el potencial de desbloquear al menos un billón de dólares de beneficios socioeconómicos y ecosistémicos” (UN Water, 2023).

Los compromisos que serán plasmados en la nueva Agenda de Acción por el Agua tendrán carácter orientativo. Es decir, serán compromisos a ser asumidos por los Estados y las empresas de manera voluntaria, pues no existen mecanismos para asegurar su cumplimiento.

Los resultados y avances logrados en la Conferencia serán revisados durante las reuniones en julio de 2023.


Como percibimos la Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023

Como Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente, reconocemos la importancia de la ONU y sus instancias como un organismo orientado hacia la construcción de la justicia y la equidad. Para nosotras fue importante conocer “de cerca” y “ser parte” de esta histórica iniciativa orientada hacia la dignidad de la vida por medio del cuidado del agua.

En este sentido, nos parece que la Conferencia fue un evento catalizador, en el siglo XXI, de las prácticas, ideas, propuestas, soluciones que ya se están realizando desde lo local y desde las mujeres, en especial las mujeres indígenas de diferentes continentes y las mujeres defensoras del agua, del ambiente, de la tierra y el territorio. Sus saberes y prácticas fueron visibilizados durante la Conferencia, y eso es muy importante, genera compromiso, consciencia e inspiración.

Esperamos que las experiencias, pensamientos, posturas políticas críticas de las mujeres indígenas y las mujeres defensoras del agua sean plasmadas en la nueva Agenda de Acción por el Agua, aunque sabemos que los casi 700 acuerdos serán de carácter orientativo, voluntario.

De nuestra parte, seguimos convencidas de que las luchas por la vida digna, en este caso, por el agua como elemento fundamental para la existencia de todas las formas de vida en el planeta, seguirán siendo impulsadas desde abajo, por los movimientos sociales ambientales, ecologistas, ecofeministas, feministas populares; por organizaciones, colectivos y grupos de mujeres que día con día viven en su propia piel las injusticias del agua, las crisis y exclusiones debido a la carencia de agua. Las que viven cotidianamente las injusticias climáticas y ambientales.

El acceso al agua y a la toma de decisiones sobre el agua está mediado por relaciones desiguales de poder. Las problemáticas relacionadas al agua – tanto su distribución desigual, como las derivadas de las crisis climáticas y ambientales – se relacionan con el racismo, la colonialidad, el sexismo y el clasismo. Son las mujeres indígenas, las mujeres de color, empobrecidas, campesinas y migrantes, las que más sufren debido a la falta de agua o a las inundaciones y contaminación.

Durante la Conferencia de la ONU sobre el agua, hemos visto, en los eventos especiales y paralelos en los que participamos, que muchas mujeres proponían “más presencia de mujeres en espacios de poder” y en espacios de “toma de decisiones sobre el agua”, e incluso, la importancia de “invertir en el enfoque de género”.

Como Agua y Vida, sabemos que “más mujeres” en espacios institucionales de toma de decisiones no garantiza que las mujeres históricamente empobrecidas, tengan agua y no sean las principales afectadas por las crisis climática y ambiental. Las mujeres no somos un sector homogéneo, por lo que es necesario, además, una perspectiva interseccional, que reconozca las diferentes opresiones y privilegios que existen entre las mujeres, que reconozca de una vez por todas la colonialidad en la que vivimos y que se convierte, para muchas, el principal eje de poder. Más mujeres “en el poder” no garantiza la justicia del agua.

En este sentido, desde nuestra participación en GAGGA Alliance hemos co-organizado y aportado al evento paralelo sobre la importancia del financiamiento para las organizaciones de mujeres. El evento fue un éxito, en el cual, representantes gubernamentales, donantes filantrópicos, organizaciones de la sociedad civil, defensoras de los derechos humanos ambientales de Nepal, Kenia, Paraguay, Nigeria y México nos reunimos para debatir sobre financiamiento y apoyo para soluciones climáticas y de agua con justicia de género.


En suma, ¿qué proponemos desde Agua y Vida?

Proponemos, junto con GAGGA, que las organizaciones de mujeres, principalmente las organizaciones de base y locales, sean sujetos de financiamiento justo, oportuno, flexible, que les permitan realizar su importante trabajo por el cuidado del agua en condiciones de dignidad.

Crear redes amplias de organizaciones de mujeres, que nos permitan nuestro poder personal y colectivo feminista popular. Redes creativas, irreverentes, redes que hagan otras acciones, redes que constantemente se actualizan – porque este gran sistema sí se actualiza a una velocidad vertiginosa.

Desde las organizaciones financiadoras feministas, seguir presionando para que tengamos más dinero para trabajar por el agua y las mujeres. Las organizaciones de mujeres realizan trabajos que realmente están transformando el mundo. Su trabajo, desde lo local, desde América Latina, Africa y Asia, sí hacen una gran diferencia y permiten la reconstrucción de las relaciones, la recuperación del agua, de la tierra, la reapropiación del territorio y las tecnologías y conocimientos ancestrales.

Las organizaciones de mujeres necesitan dinero para realizar su trabajo. Necesitamos enseñar nuestra mirada para que más organizaciones y personas dedicadas a la filantropía reconozca la importancia de destinar dinero para que nosotras hagamos nuestro trabajo en condiciones dignas.

Reconocer todo el acervo histórico de luchas por la dignidad de la vida, por el agua, por la tierra, por la salud y por la alimentación que existe desde hace más de 500 años en nuestros continentes del “Sur Global”: América Latina, Africa, Asia y Oceanía. Las mujeres desde hace siglos se han organizado para resistir. Desde hace siglos han estado luchando por la vida digna. Nuestra lucha, como mujeres es ancestral. No necesitamos esperar el cumplimiento de Agendas Interinstitucionales. Hagamos nuestra propia agenda con nuestra gente.

Ampliar nuestras voces, desde la diversidad cultural y lingüística que nos representa. Mujeres activistas ambientales, ecologistas, ecofeministas y feministas populares, desde diferentes culturas, territorios e idiomas, estamos pensando lo mismo, queremos lo mismo, soñamos y proyectamos lo mismo. Estamos trabajando en lo mismo. Sigamos juntando nuestras voces, nuestras ideas, compartiendo las prácticas que funcionan y las que no funcionaron, compartiendo el canto, y también el llanto y las penas. Tenemos mucha experiencia. Tenemos mucha sabiduría. Tenemos poder.

Boicotear. No consumir, siempre que podamos, productos que sabemos que, “por detrás”, existen monocultivos, trabajo esclavo, extracción minera. Sí podemos mirar los envases de lo que consumimos: ¿de qué está hecho?

Construir, desde lo local y desde los movimientos sociales, perspectivas de vida, mundo y economía no extractivas. Sí es posible una era pos-extractiva, y esa era requiere de mucha creatividad, voluntad y, seguramente, una ética basada en la distribución justa de los bienes comunes.

Calendario Ecofeminista 2023

2023 Por la Defensa de la Vida Digna y el Territorio

Después de más de dos años de incertidumbres, aquí estamos iniciando un nuevo año, desde el compromiso de recuperar nuestros ciclos y ritmos de vida, desde la certeza de que podemos construir nuevas formas de ser y habitar el mundo, marcado por uno de los principales principios ecofeministas: somos interdependientes y ecodependientes, somos parte de la gran red de la vida.

En los pasados dos años, hemos visto cómo varios grupos y organizaciones de mujeres se han organizado para defender la vida y el territorio por medio de acciones que van desde la formación política hacia estrategias de sanación colectiva; desde la denuncia de la economía extractiva, hacia acciones concretas de recuperación del territorio, de la tierra, del agua, de las plantas medicinales y de las semillas orgánicas. Y con mucha más fuerza, las mujeres están apostando por nuevas formas de activismo: un activismo desde el cuidado personal y colectivo, en el cual la vida ocupa el centro. Han apostado, además, por una mística y espiritualidad en la cual la memoria de nuestras ancestras y la memoria de naturaleza nos anima a luchar por la justicia social, económica, ambiental y climática.

Por la Defensa de la Vida Digna y el Territorio es el tema que hemos elegido para el Calendario Ecofeminista 2023. Con las ilustraciones que lo acompañan, queremos honrar, reconocer y evidenciar las iniciativas de las mujeres para la construcción de mundos más sanos y justos.

Nunca nos cansaremos de visibilizar que, desde abajo, las mujeres han estado gestando y pariendo nuevas formas de ser, vivir, relacionarnos y habitar el planeta.

Por la Defensa de la Vida Digna y el Territorio es el tema que hemos elegido para el Calendario Ecofeminista 2023. Con las ilustraciones que lo acompañan, queremos honrar, reconocer y evidenciar las iniciativas de las mujeres para la construcción de mundos más sanos y justos.

Calendario Ecofeminista 2022

Con mucha alegría, les compartimos la versión electrónica de nuestro Calendario Ecofeminista 2022.

Mujeres en Lucha Frente al Sistema Patriarcal Capitalista Colonial es el tema que elegimos para el Calendario Ecofeminista 2022. Desde Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente, unimos nuestras voces a la de todas las mujeres que no se callan, que a pesar del dolor y cansancio siguen caminando, marchando, buscando, haciendo, organizándose, manteniendo la fuerza y la digna rabia cuando todo a nuestro alrededor parece desmoronarse.

El Calendario Ecofeminista 2022, pretende visibilizar las rebeldías y el poder contestatario de las mujeres, denunciar las crueldades promovidas por este sistema injusto y voraz y, la vez, visibilizar que aquí estamos nosotras: levantando la voz, denunciando, fortaleciéndonos y construyendo espacios de esperanza, determinación y valentía.

¡Les deseamos un 2022 de mucha sororidad y determinación!

10 años de la Agenda Chiapaneca de las Mujeres en Agua y Cambio Climático desde la Cuenca del Valle de Jovel

Hoy, 26 de agosto, celebramos los 10 años de la Agenda Chiapaneca de las Mujeres en Agua y Cambio Climático desde la Cuenca del Valle de Jovel. Impulsada por Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente, la agenda fue resultado de un proceso de encuentros, diálogos y análisis entre mujeres pertenecientes a diferentes sectores sociales y políticos sobre la urgencia de visibilizar sus problemáticas específicas con respecto al cambio climático, principalmente en la Cuenca del Valle de Jovel, y así construir sinergias en torno a la construcción de compromisos interinstitucionales locales sobre mujeres y cambio climático, desde la perspectiva de sus derechos.

La Palma Aceitera desde la Palabra de las Mujeres

La Palma Aceitera desde la Palabra de las Mujeres: diagnóstico de la palma aceitera (Elais guineensis Jacq.) y sus efectos en los territorios de Chiapas, es un documento que tiene como propósito el de compartir los efectos que tiene el monocultivo de la palma aceitera en los territorios y, sobre todo, los impactos en la vida de las mujeres.

Pretendemos brindar información general sobre cómo los territorios en Chiapas son afectados por este monocultivo que genera destrucción, despojo, violaciones de derechos, violencia, empobrecimiento, desplazamientos y migración. También queremos visibilizar las estrategias que las mujeres realizan en los procesos de defensa del territorio cuerpo-tierra, fortaleciendo sus formas organizativas, realizando prácticas agroecológicas y ecotécnicas, preservando las semillas, cultivando los alimentos, peleando y exigiendo su derecho a la tierra, haciendo el “pozolito” compartiendo la medicina natural, cuidando las plantas medicinales y haciendo frente al sistema de los monocultivos y el agronegocio que se expande día con día.

Para nosotras de Agua y Vida, la historia, la palabra y los conocimientos de las mujeres frente al monocultivo de palma aceitera deben de ser visibilizados y posicionados en el debate actual sobre los monocultivos. Consideramos urgente evidenciar los impactos de los monocultivos en la vida de las mujeres en Chiapas, reconocer sus procesos organizativos, sus ideas, conocimientos y prácticas, para así fortalecer cada vez más su poder contestatario y sus propuestas para transformar estas realidades.

Descarga aquí el documento: La Palma Aceitera desde la Palabra de las Mujeres


Video documental de la Escuela Ecofeminista “Mujeres Defendiendo el Territorio Cuerpo-Tierra” – 2021

En este video les compartimos el trabajo realizado en la 5ª Generación de nuestra Escuela Ecofeminista, que en este año se enfocó en el fortalecimiento de nuestras luchas por la defensa del Territorio Cuerpo-Tierra, desde la perspectiva política de la Reducción de Riesgos y Desastres y la construcción de Resistencias y Resilencias de las mujeres.

Desde la metodología de la Educación Popular Feminista, la escuela fue realizada durante los días 21 al 24 de junio de 2021 con la participación de 16 defensoras de derechos humanos, como los derechos ambientales, el derecho al agua, el derecho a la tierra y el territorio, el derecho a la salud y a la alimentación y los derechos sexuales y reproductivos.

Duración: 5:49 min. Mira el documental aquí.

22 de Julio: Día Mundial Contra la Minería a Cielo Abierto

Las minas a cielo abierto son una forma de extractivismo, que es un modelo económico de desposesión territorial, pues remueve grandes cantidades de bienes comunes, causando serias afectaciones a los territorios y a la vida de las mujeres, principalmente indígenas, que históricamente han sido excluídas y desposeídas. El extractivismo es, por lo tanto, un modelo económico colonial, racista y patriarcal.

La economía extractiva es una economía violenta hacia la tierra y el territorio, resultada de la instrumentalización de la naturaleza, esa idea, fuertemente arraigada, de que los bienes naturales (los cerros, el agua, la tierra, los bosques y los animales no humanos) no sólo están a disposición de los seres humanos, sino que deben de ser transformados para mantener el sistema capitalista.

Desde el Sur Global, las mujeres están organizadas y resistiendo a este modelo económico perverso. Defienden su territorio en contra de las minas a cielo abierto, denuncian los intereses de empresas transnacionales y la militarización de sus comunidades.

Día Internacional del Trabajo Doméstico

22 de Julio: Día Internacional del Trabajo Doméstico

El trabajo doméstico realizado por las mujeres es imprescindible para la reproducción de la vida y para el propio sistema patriarcal capitalista, y no cuenta con ningún tipo de reconocimiento personal, social, político ni económico. Se trata de una sociedad que no valora las actividades, el tiempo y la dedicación para que la vida subsista.

El sistema capitalista se sostiene en la dominación y explotación de la naturaleza y en la dominación y explotación del cuerpo y fuerza de trabajo de las mujeres. Hoy en día, más que nunca, el mercado ocupa el centro de la vida, apropiándose de las energías, conocimientos y tiempos de las mujeres para ponerlos a su servicio.

El ecofeminismo argumenta que los seres humanos somos ecodependientes e interdependientes: dependemos unas de las otras, en mayor o menor medida, en diferentes fases o etapas de la vida. Dependemos de la naturaleza, de los bienes comunes naturales, de los alimentos, del aire limpio, del ciclo del agua, del fuego… Son los trabajos de cuidados y la naturaleza los que aseguran la vida.

Conoce aquí nuestra Campaña sobre los Trabajos Doméstico y de Cuidados.