Día Internacional del Trabajo Doméstico

22 de Julio: Día Internacional del Trabajo Doméstico

El trabajo doméstico realizado por las mujeres es imprescindible para la reproducción de la vida y para el propio sistema patriarcal capitalista, y no cuenta con ningún tipo de reconocimiento personal, social, político ni económico. Se trata de una sociedad que no valora las actividades, el tiempo y la dedicación para que la vida subsista.

El sistema capitalista se sostiene en la dominación y explotación de la naturaleza y en la dominación y explotación del cuerpo y fuerza de trabajo de las mujeres. Hoy en día, más que nunca, el mercado ocupa el centro de la vida, apropiándose de las energías, conocimientos y tiempos de las mujeres para ponerlos a su servicio.

El ecofeminismo argumenta que los seres humanos somos ecodependientes e interdependientes: dependemos unas de las otras, en mayor o menor medida, en diferentes fases o etapas de la vida. Dependemos de la naturaleza, de los bienes comunes naturales, de los alimentos, del aire limpio, del ciclo del agua, del fuego… Son los trabajos de cuidados y la naturaleza los que aseguran la vida.

Conoce aquí nuestra Campaña sobre los Trabajos Doméstico y de Cuidados.

Pronunciamiento de las Defensoras del Agua y los Humedales en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas 30 de junio de 2021

Al Gobierno Municipal de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

A los gobiernos Federal y Estatal,

A las organizaciones de La Sociedad Civil

A los y las representantes de Barrios y Colonias

A la Sociedad en general

A los medios de Comunicación

Nos reunimos los días 9, 16 y 30 de junio de 2021 en las instalaciones del Centro de desarrollo de Capacidades (CEDECA) La Albarrada, para realizar el taller: “Fortalecimiento de la Participación Política de las Defensoras Ambientales en la Cuenca del Valle Jovel”, con el objetivo de examinar los efectos de económicos, sociales, ambientales y políticos de los proyectos extractivos y desarrollistas en nuestros territorios. Estuvimos congregadas un total 12 defensoras ambientales de diferentes barrios y colonias de San Cristobal de Las Casas.

Analizamos la problemática que causan los proyectos extractivistas, tales como: las minas de grava y arena que destruyen los cerros y los humedales; la tala de árboles; la invasión y el crecimiento inmobiliario en zonas de humedales; la contaminación generada por el exceso de basura; el avance de las empresas refresqueras y cerveceras, como la Coca-Cola FEMSA, y tiendas comerciales como: Oxxo, Walt Mart, Chedraui, Soriana, Bodegas Aurrerá. También debatimos sobre las invasiones de áreas naturales para la construcción de fraccionamientos; los programas asistencialistas que generan dependencia, el turismo depredador y la presencia de organizaciones del crimen organizado que, coludidas con ciertas instancias gubernamentales, intensifican todas estas problemáticas.

Los efectos de estos proyectos impactan en el cuerpo, en la salud física, mental y emocional de mujeres niñas y niños que compartimos estos territorios, además de que generan más violencia y despojo, coartando nuestros derechos humanos fundamentales y afectando directamente la economía de a quienes se nos obliga a sostener este sistema.Todos estos proyectos se promocionan como desarrollo económico, bajo la complicidad de los tres niveles de gobierno, generando, a contraviento, más pobreza, violencia y sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidado para las mujeres. Además, intensifican la violencia machista y los feminicidios, que se han incrementado a pesar de los 5 años de la implementación de la Alerta  de Violencia de Género en San Cristóbal de Las Casas.

Las mujeres que estamos luchando por salvaguardar los territorios somos criticadas, discriminadas y criminalizadas en nuestro ejercicio político de participación ciudadana, no solo por el gobierno, sino también por los propios compañeros de lucha que minimizan e ignoran nuestras propuestas.

Las mujeres nos organizamos, somos el corazón de los movimientos de defensa ambiental en San Cristóbal de Las Casas y a lo largo de muchos territorios.  Participamos en mesas de diálogo, marchas, mítines, talleres y diversas acciones políticas, a pesar de las múltiples cargas que tenemos en nuestra vida cotidiana. Defendemos lo que nos es común, defendemos la vida.

Ante esto exigimos al Estado en sus tres niveles de gobierno que nos garantice los derechos fundamentales de las mujeres: alimentación, salud, agua, educación, vivienda, a la consulta previa, libre e informada, a la autodeterminación de los pueblos, el derecho al trabajo digno, entre otros. Exigimos el cese del modelo de extractivo que destruye todos nuestros bienes naturales y nuestras formas de vida y que nos niega la posibilidad de existir en nuestros propios territorios.

Las mujeres defensoras ambientales de San Cristóbal, nos organizamos, resistimos y luchamos en contra de este sistema que aniquila la vida

Las mujeres no somos instrumento, las mujeres no somos mercancía

Lo que le pasa al territorio, le pasa a nuestros cuerpos

Mujeres defensoras ambientales de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

Descarga aquí y difunde el Pronunciamiento

Las mujeres denuncian las afectaciones de la palma aceitera en sus cuerpos y territorios

Los días 9, 10 y 11 de marzo de 2021, Agua y Vida, Mujeres, Derechos y Ambiente, junto a la Casa de la Mujer de Palenque Ixim Antsetik, convocamos al encuentro “Las mujeres por la soberanía alimentaria, la salud y la defensa de los territorios: tejiendo alternativas a la expansión de la palma aceitera en el Sureste de México.”

Participamos mujeres indígenas y campesinas de diferentes regiones del estado de Chiapas para revisar y analizar los impactos del monocultivo de la palma aceitera sobre los territorios y sobre nuestros cuerpos.

Analizamos la expansión de la palma en nuestros territorios. En nuestro estado está sembrado el 79% de la palma aceitera que se produce en México.

Según los datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2018 tan solo en la región Costa-Soconusco existían 27,500 hectáreas sembradas, distribuidas en los municipios de Acacoyagua, Acapetahua, Escuintla, Frontera Hidalgo, Huehuetan, Huixtla, Mapastepec, Mazatan, Suchiate, Tapachula, Tuzantan y Villa Comaltitlán. Además, habían 1482.5 hectáreas de palma aceitera sembradas en los municipios de Catazaja, Chilón, La Libertad, Palenque y Salto de Agua. A ello se suman un total de 7.051 has, distribuidas en los municipios de Benemérito de Las Américas, Marqués de Comillas y Ocosingo (SIAP, 2018).

En Chiapas existen 11 empresas procesadoras de aceite de palma. En la región Costa-Soconusco, en el municipio de Acapetahua, se ubican las procesadoras: La primavera; la Cooperativa de Palmicultores de La Costa de Chiapas; y BEPASSA (ahora Aceitera Chiapaneca la Palma S de P.R. de R.L. de C.V., propiedad de pequeños productores). En Huehuetan se encuentra la procesadora Industria Oleopalmex – Sociedad Anónima Promotora de Inversión De Capital Variable. En Mapastepec se localiza la procesadora Agroimsa (de la empresa Oleopalma); en Villa Comaltitlán tienen presencia la procesadora ZITIHUALT SPR de RI (Propiedad de pequeños productores, antes llamada de “El Desengaño”), y la procesadora La Lima. Para el municipio de Palenque, tenemos a  Palmeras Oleaginosas del sur S.A de C.V. (PALMOSUR) propiedad de Palma Tica; la procesadora Agroforestal Uumbal Chiapas S.A.P.I. de C.V;  la Agroipsa (Ahora Oleopalma). En el municipio de Marqués de Comillas tenemos a la procesadora Aceites Sustentables de Palma.

Conforme nos compartieron las compañeras que participaron en el taller, en la región de Palenque estas empresas actúan acaparando los territorios, promueven la siembra de palma bajo la promesa de que campesinos y pequeños productores se convertirán en “empresarios”. Sin embargo, tiempo después, al no poder amortizar los gastos económicos que implica la plantación, son obligados a arrendar o vender sus tierras a las procesadoras.

Aunado a este contexto, en la mayoría de ejidos y comunidades de Chiapas, las mujeres se enfrentan a estructuras patriarcales que no les reconoce su derecho a la tierra, situación que las coloca en desventaja para la toma de decisiones en sus territorios.

La siembra de monocultivos de Palma aceitera causa enorme impacto sobre nuestros territorios, en específico sobre el agua, ya que consume grandes cantidades para su cultivo y procesamiento.

Conforme los testimonios que nos proporcionaron, las raíces de la planta de palma tienen un tipo de crecimiento que impide que el agua de lluvia se filtre de manera suficiente en el suelo donde se encuentran las plantaciones de palma, hecho que dificulta la recarga de ríos, arroyos o manantiales existentes.

En el taller también reflexionamos sobre cómo la expansión del monocultivo de palma se vincula a la presencia de grupos militares y paramilitares en las regiones en donde se encuentran las plantaciones, lo que genera mayor violencia sexual, física y control los cuerpos de las mujeres y nuestros territorios. Un ejemplo claro lo tenemos cuando las empresas procesadoras no permiten el uso de los caminos “saca cosecha”, que antes de su llegada, eran de uso regular para el paso entre comunidades. Como nos ha compartido una participante del taller: “nos volvemos ajenas en nuestra propia tierra”.

La estrategia de control sobre nuestros territorios y cuerpos, la violencia,  la contaminación de nuestras fuentes de agua, el encarecimiento y el desabasto regional de los productos de nuestra canasta básica, la doble o triple jornada para proveer a nuestros hogares de agua, nos impacta directamente a las mujeres y nos pone en más riesgo en el actual contexto generado por la pandemia del COVID-19, pues se vulnera aún más nuestras formas de vida, nuestros procesos organizativos y nuestra apuesta por seguir tejiendo el camino por la salud y la soberanía alimentaria.

Conoce, comparte y difunde nuestro pronunciamiento.

22 de marzo: Día Mundial del Agua. La participación de las Mujeres por la Defensa del Agua en San Cristóbal de Las Casas

En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de las luchas de las mujeres, y de cara al día 22 de marzo, Día Mundial del Agua, Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente A.C., ha realizado, en colaboración con La Albarrada, un taller con 17 defensoras ambientales de San Cristóbal de Las Casas. El taller se realizó el día 5 de marzo del presente año, con participantes provenientes de diferentes barrios y colonias de la ciudad. En este taller, las participantes expresaron su perspectiva sobre la situación del agua en San Cristóbal y las dificultades que enfrentan para participar.

Las problemáticas relacionadas con el agua desde la perspectiva de las mujeres

Los principales problemas relacionados al agua en San Cristóbal de Las Casas, es su distribución desigual, su contaminación y su privatización debido a concesiones a la empresa refresquera Coca Cola FEMSA. A ello se suman los conflictos socioambientales, en los cuáles los barrios y colonias organizados por la gestión comunitaria del agua, sufren agresiones, intimidaciones y difamaciones, en especial las mujeres que son lideresas ambientales y que están impulsando acciones de concientización e información sobre el Derecho Humano al Agua y sobre la protección de humedales de María Eugenia y La Kisst y reservas naturales como la de Gertrudis Duby y la de Los Alcanfores.

En el taller, las participantes manifestaron que “el agua no llega todos los días, y cuando el agua no llega es un caos. Hay colonias que se quedan hasta 15 días sin agua (…). Nos limitan el agua: en el centro llega a diario el agua, pero en las colonias nos los dan una o dos veces por semana, si es que bien nos va. ¿Y que nos genera esto? Nos genera gastos extra, dificultades en la familia. Que tenemos que sacar, quizás lo poco que tenemos, para solventar las necesidades dentro de nuestro hogar. No vayamos lejos, la Coca, por ejemplo, ¿cuántos miles de agua utiliza? Y nos quedamos callados como sociedad, y nos quedamos callados por miedo a represalias en contra de nuestras familias”.

En un espacio de diálogo, reconocieron que “no se respetan ni cuidan los manantiales. Creemos que toda la vida los manantiales van a tener agua, pero no es así. Y no los cuidamos, no hacemos conciencia de que los manantiales y los humedales son las bases principales para que llegue el agua en nuestras casas”.

Las afectaciones por la falta de agua no son las mismas para las mujeres y los hombres

Las participantes del taller explicaron que cuando no hay agua no se puede hacer el aseo, la comida, lavar la ropa ni los trastes: si no está hecho el aseo comienzan las caras feas, los gestos de los maridos. A ellos no les importa si hubo o no hubo agua, ellos quieren ropa limpia, quieren la comida hecha, no les importa. Eso genera malestar en la casa. No poder hacer el aseo por falta de agua afecta el núcleo familiar y los trabajos, es una afectación tremenda para nosotras. También la falta de agua causa violencias: el hombre regaña porque no están limpias las cosas de la casa”.

En el mismo sentido, denunciaron que “los hombres nunca se levantan y dice ‘¡ay!, no hay agua y ahora ¿cómo le hago?’. No, ellos agarran su agua, medio se lavan y se van. El problema nos lo generan a nosotras que nos quedamos en la casa, que ‘¡córrele! que si te vas a trabajar no le vas a decir a tu hijo: no hay agua’ y ahí te quedas. No. Tenemos que buscar la solución como mujeres, porque tenemos que dejar todo listo. Si trabajamos, tenemos que ver para que compren agua, para que tengan al menos un vaso de agua. Nos genera más conflictos a nosotras las mujeres porque estamos a cargo de la casa. A hombres no les afecta así porque son menos responsables en el hogar. Ellos lo único que les afecta es el aseo personal: se quieren bañar, se quieren cepillar, quieren salir arregladitos y, si no hay agua, se ponen histéricos porque no hay como poder hacerse el aseo personal”. En los más de 12 años que Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente ha estado realizando talleres sobre la participación de las mujeres en la gestión del agua, las participantes expresan que la carencia de agua en los hogares suele generar violencia emocional por parte de los hombres de la familia, además de violencia económica. Son ellas las que deben de arreglárselas para comprar pipas de agua. En el mencionado taller, las participantes dijeron que “nos afecta en la economía, porque hay que comprar el agua en garrafones, en pipas, y eso nos genera problema económico. Sin agua aumenta el trabajo de las mujeres”.

Violencias y dificultades que viven las mujeres para participar por la defensa del agua

Aún persiste la violencia de género y estructural que impide la participación de las mujeres en los espacios públicos y en la participación comunitaria. En el caso de la organización por la defensa del agua, las participantes del taller denunciaron que “nos dificulta porque las parejas no nos dan permiso para salir. También la falta de apoyo para el quehacer de la casa nos dificulta con el tiempo, y más si tenemos niños chiquitos, necesitamos que alguien nos apoye y los esposos no nos ayudan. Si no dejamos limpia la casa, no podemos salir. Por ejemplo, tenemos que dejar lista la comida, la ropa, tenemos que dejar todo listo y los hombres no nos ayudan. Nos sentimos muy cansadas para participar de las reuniones”. Es importante reconocer, además, que el protagonismo de los hombres en los procesos organizativos por el agua, suele invisibilizar el liderazgo y las propuestas de las mujeres. Tal como fue mencionado en el taller: “también pasa que, cuando vamos a las reuniones, no se escucha ni se respeta nuestra palabra”.

A pesar de las violencias, las mujeres sí están organizadas por la defensa del agua

Las participantes del taller compartieron que “en la medida de lo posible, estamos participando en las movilizaciones para la defensa de los humedales. Hay muchas otras compañeras que participan en las movilizaciones, que están luchando para que ya no se hagan construcciones cerca de los humedales. Están haciendo llamados para que no se tire basura en la calle y los ríos”. En este sentido, para hacer frente a las desigualdades de género y de poder entre mujeres y hombres, que son reales en la organización por el agua en San Cristóbal, las participantes proponen “que vayamos creando espacios de mujeres, estos espacios que no son tan frecuentes. Si hacemos un grupo de mujeres, igual y nos podemos apoyar. Ya tenemos un grupo de mujeres en el Consejo. Nos hemos apoyado porque hemos sufrido acoso sexual de algunos hombres del movimiento. Entonces tener el apoyo de algunas compañeras ayuda a enfrentar la situación, ayuda a enfrentar a los hombres y decirles: “somos compañeras de lucha”. Como mujeres tenemos muchas cosas guardadas que no nos atrevemos a decir” – pues podemos ser víctimas de intimidaciones, difamaciones, acoso o chantaje.

Pronunciamiento de las Mujeres frente a los monocultivos de Palma Aceitera

Palenque, Chiapas, 11 de marzo 2021

En el marco del 08 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Mujeres organizadas de distintas comunidades del estado de Chiapas, nos reunimos los días 9, 10 y 11 de marzo de 2021 para celebrar nuestro encuentro: Las mujeres por la soberanía alimentaria, la salud y la defensa de los territorios: tejiendo alternativas a la expansión de la palma aceitera en el Sureste de México, con el objetivo de revisar las principales afectaciones del monocultivo de la palma aceitera sobre nuestros territorios-cuerpo-tierra.

Sabemos que este modelo extractivo, base del sistema capitalista- patriarcal, sigue implementando en nuestros territorios el avance del monocultivo, siendo el de palma uno de los más evidentes actualmente.

Los monocultivos de palma aceitera destruyen nuestra biodiversidad, contaminan y agotan las fuentes de agua, erosionan nuestro suelo, causan desplazamiento forzado, son implementados como instrumento de acaparamiento de tierras y territorios, transgrediendo nuestros derechos humanos fundamentales, aceleran la pérdida de soberanía alimentaria y de los conocimientos tradicionales que las mujeres tenemos para la producción de alimentos y la preservación de semillas.

Estos proyectos son impuestos sobre nuestros territorios sin consulta previa y sin dar información de lo que ocasionan a la madre tierra.

Todo esto genera violencia, criminalización sobre los territorios y los cuerpos de las mujeres. Así mismo los monocultivos rompen con ciclos naturales, nuestros círculos cortos de intercambio de productos locales y provoca una fuerte pérdida de identidad que se transforma en migración, alcoholismo y violencia intrafamiliar que trastoca nuestras vidas.

Como mujeres organizadas:

  • Exigimos, a todos niveles, el cese de la expansión de las plantaciones de palma aceitera y de otros monocultivos que afectan nuestros territorios y nuestros cuerpos.
  • Dejen de contaminar nuestra agua, nuestros arroyos, nuestras lagunas, nuestros ríos.
  • Exigimos que se dejen de militarizar y paramilitarizar nuestros territorios. Basta de criminalizarnos y violentar nuestros derechos en la lucha la defensa de la tierra y el territorio.
  • Seguiremos en la lucha defendiendo lo que es nuestro, lo que es de todas, todos.
  • Seguiremos poniendo la vida en el centro, conservando nuestras semillas, cultivando nuestros alimentos sanos y luchando contra estos modelos de despojo y muerte en nuestras comunidades.

Por nuestros alimentos, por nuestra salud, por nuestra agua: ¡Basta de Monocultivos y proyectos extractivos de muerte!

Mujeres organizadas de la región de Palenque

Mujeres indígenas organizadas de la región de Salto de Agua

Mujeres de la Costa en Rebeldía

CAM-Palenque “Ixim Ansetik”

Mujeres organizadas de San Jerónimo Tulijá

Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente

MOCRI-CNPA-MN

Descarga y difunde el Pronunciamiento

Cápsula de radio: la defensa del territorio cuerpo-tierra

Más de la mitad del estado de Chiapas está siendo amenazada con megaproyectos de inversión capitalista, como mineras, carreteras, represas, extracción de petróleo, monocultivos, proyectos turísticos, extracción de grandes cantidades de agua por la Coca-Cola, y otros proyectos que cambian el suelo, destruyen los humedales, los bosques y que contaminan las aguas, y que se están intensificando tanto en el campo como en la ciudad.

Las mujeres somos la mayoría en los procesos de defensa del territorio frente al modelo de desarrollo neoliberal capitalista y sus megaproyectos extractivos.

Nuestro trabajo profundiza los vínculos entre territorio cuerpo-tierra para lograr el reconocimiento y respeto de los Derechos de las mujeres al agua, a la tierra y el territorio, al medio ambiente sano, a la alimentación, a la salud y al trabajo. Unimos los esfuerzos y trabajar por un cambio sistémico, en donde prevalezca la dignidad, la paz, la justicia, la alegría y la sostenibilidad de todas las formas de vida.

En este audio, les compartimos nuestras acciones en el marco de nuestro programa Defensa del Territorio Cuerpo-Tierra.

Programa Defensa del Territorio Cuerpo-Tierra

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Agua y Seguridad Alimentaria

La división sexual del trabajo hace que nosotras, las mujeres, seamos las principales responsables del agua y, por ende de la alimentación.

El agua es imprescindible para la Seguridad Alimentaria. Dese 2009 el agua ha sido reconocido como un derecho humano. Defendamos este derecho, no permitamos su privatización.

Descarga y comparte la infografía sobre Agua y Seguridad Alimentaria.

Nuestro cuerpo es el primer territorio que habitamos

El cuerpo de las mujeres, principalmente las marginadas, ha sido un territorio de luchas, despojos, imposiciones, violaciones de límites y fronteras, así como de resistencias y poder.

Debido a las históricas desigualdades sexuales y de género, al machismo, la misoginia y a las violencias estructurales, los megaproyectos afectan especialmente a las mujeres en su salud física y emocional, en su economía y en las formas de participación. Es por eso que las luchas por la defensa de la tierra y el territorio son inseparables de la defensa de los cuerpos de las mujeres, comprendido como primer territorio a liberar de los embates del sistema patriarcal capitalista y colonial que los explota y violenta.

El ecofeminismo pone la Vida en el centro. Por eso, hablamos de defensa del territorio cuerpo-tierra, pues no es posible pensar en una vida digna para las comunidades mientras se siga violentando los cuerpos de las mujeres.

Es necesario, por lo tanto, realizar una defensa integral, que conjugue territorio, tierra, cuerpo y vida.

Descarga aquí la infografía