Encuentro: El Agua por derecho nos corresponde

Encuentro: El Agua por derecho nos correspondeEncuentro: El Agua por derecho nos corresponde

p<>. El despojo realizado por las empresas nacionales y multinacionales, respaldadas y apoyadas por los gobiernos federal, estatal y municipal, ocurre tanto en el campo como en la ciudad. Se busca destruir las identidades y culturas de los pueblos: sus formas de alimentarse, de trabajar, de organizarse, de jugar, festejar, practicar sus rituales y ceremonias, en fin, sus formas de ser, de estar y de pensar.

*El agua es un elemento indispensable para estas políticas de despojo, que se expresan por medio de megaproyectos que violan el derecho de todas las personas a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, accesible y asequible para uso personal y doméstico.*

El acceso al agua para consumo humano en San Cristóbal de Las Casas y en los municipios que conforman la Cuenca del Valle de Jovel es crítico, y consiste en la principal barrera para el ejercicio del Derecho Humano al Agua y, en consecuencia, de los derechos a la salud, a la alimentación, a la vivienda, al medio ambienta sano. Esta problemática se relaciona con la contaminación de los ríos, manantiales y humedales por basura, aguas negras y grises, agroquímicos y pesticidas. A ello se suman las formas de gestión corruptas, inadecuadas y excluyentes de las poblaciones más vulnerables, en especial las mujeres indígenas, tanto las que viven en sus municipios, como las que han migrado hacia San Cristóbal, son jefas del hogar y empleadas domésticas, y también las mestizas empobrecidas, trabajadoras del hogar y que viven condiciones de exclusión y marginación social.

Debido a las desigualdades de género y la consecuente división sexual y genérica del trabajo, las mujeres son las principales administradoras y cuidadoras del agua, sin embargo no son reconocidas ni valoradas como tal. Sus problemáticas, exclusión, desinformación, sobrecarga de trabajo y preocupaciones son ignoradas, muchas veces naturalizadas como parte del trabajo doméstico, y no están en la agenda social y política de la región.

Dejar una respuesta