Escuela Ecofeminista Mujeres defendiendo el Territorio Cuerpo Tierra
El Ecofeminismo resalta el papel de las mujeres como agentes fundamentales de la denuncia y crítica sistémica patriarcal capitalista, además de sus acciones y trabajo en la transformación social y política organizando, lidereando y dirigiendo luchas sociales en la defensa de la tierra, del territorio, de los derechos humanos y de los bienes comunes.
El patriarcado capitalista es un modelo de despojo, violencia, destrucción. Hace con que los territorios como lugares específicos y únicos, vayan desapareciendo, igual que los pueblos que los habitan van perdiendo sus culturas ancestrales, propias, únicas, particulares, diferentes que sólo existen en estos territorios. El capitalismo tiene un claro interés por acabar con el territorio-lugar, y ésta es una guerra capitalista que se da desde la globalización para hacer valer sus creencias de que el desarrollo neoliberal es la única vía para una vida buena.
Las mujeres estamos levantando la voz y denunciando esta situación. Nuestras luchas en contra de megaproyectos de minería, de carreteras, de turismo, represas, energía, monocultivos, transgénicos, entre otros son luchas no solamente para defender un pedazo de tierra, sino que por otras formas de gestionar y habitar el territorio, de otra forma de economía local, de alimentación, de trabajo y de descanso, de celebrar otros modelos de vida, de sociedad y de relación con la naturaleza no marcados por los intereses del patriarcado capitalista.
El cuerpo es el primer territorio que habitamos, es el medio físico que nos hace existir y habitar el mundo, teniendo como frontera a nuestra piel – una frontera en interrelación con otras pieles, con otros cuerpos. Afirmar que nuestro cuerpo es un territorio de luchas significa considerar que sobre los cuerpos sexuados y culturalmente construidos de las mujeres se forja todo un sistema de valores, significados, usos y costumbres que definen cómo debemos ser, hacer, movernos, actuar, trabajar, pensar, sentir, gozar, querer, soñar, temer, creer, gustar…
Nuestros cuerpos de mujeres han sido territorios de luchas constantes, de batallas sin fin. En la mayoría de las veces, las mujeres hemos vivido en nuestros cuerpos el despojo, la subordinación, la violencia, el dolor, la agonía, el miedo, la pobreza, el trabajo de nunca acabar… Y al mismo tiempo, entre mujeres hemos construido rebeldías, sororidades, autonomías, organización, esperanzas, luchas y saberes que nos permiten dar los pasos hacia realidades marcadas por la justicia y la dignidad.
Programa Escuela